


Mitología Griega (el origen del todo)

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COSMOGONÍA Y TEOGONÍA (EL ORIGEN Y CREACIÓN DEL MUNDO Y DE LOS DIOSES)
Al principio de los tiempos todo era un inmenso y gran vacío. No existía vida, ni nada descriptible, a esto se le denominó Caos, reconocido como primer Dios, quien propició la creación del universo.
En el caos convivían dos entidades no personificadas, al igual que él, Érebo (Las nieblas), Nicte (las noches) y más tarde apareció el Tártaro (el infierno).

Teniendo en cuenta que los dioses eran a la vez personificaciones de los sentimientos, al surgir el amor entre Érebo y Nicte nació el dios del amor, Eros.
Y de la unión entre Éter y Hemera, nació Gea, la tierra, madre de todos los dioses.
Al encontrarse sola, Gea, sin nadie que pudiese cubrirle por las noches ni los días, dio origen por si misma a Urano, el cielo: Quien siempre se encontraría con ella cubriéndola con su inmenso cielo.
También creó a Ponto, la identificación masculina del mar.
Estas primeras divinidades son fuerzas de la Naturaleza, potencias primarias de los orígenes del mundo, que la imaginación de los hombres primitivos convirtió en dioses. A partir de aquí, surgen las generaciones de dioses antropomórficos, es decir, con aspecto humano.



Y para compensar a las nieblas y la oscuridad, a la vez, nacieron de la unión Éter (la luz) y Hemera (El día).
2.LOS DIOSES PREOLÍMPICOS (LOS TITANES: PRIMEROS DIOSES ANTROPOMÓRFICOS)
De la unión de Urano y gea nació la primera generación divina, 12 titanes en total, 6 hijos y 6 hijas, todos ellos de estatura gigantesca y algunos eran personificaciones de abstracciones como ya hemos dicho antes, de sentimientos.
Los titanes: Oceano, Ceo, Hiperión, Japeto, Crio, Crono.
Y las titánides: Febe, Mnemosine, Rea, Temis, Tetis, Tea.
Fueron los primeros que reinaron el mundo y se unieron entre ellos para engendrar a muchas otras divinidades.


Los Cíclopes quienes también habían nacido de la unión de Urano y Gea eran gigantes que únicamente poseían un Ojo. Estos se agrupaban en 3 hermandades: Uranios, Herreros y Pastores.
Y los Hecatonquiros, Gigantes de 50 cabezas y 100 brazos.
Pero Urano se avergonzó de los Cíclopes y los Hecatonquiros, los consideraba aberraciones, de modo que los encerró en el Tártaro.
3.EL MITO DE LA SUCESIÓN (LA CASTRACIÓN DE URANO)
Ésta, avergonzada por los actos de Urano, pidió ayuda a sus hijos, pero solo el menor de ellos le escuchó y le entregó una afilada hoz a Crono, el menor de los Titanes, quien cortó los genitales de su padre Urano cuando iba a extenderse sobre la Diosa Madre.
La sangre de Urano, al ser castrado, fecundó la tierra y así nacieron los Gigantes, seres terribles, de gran tamaño, aspecto humano, con larga cabellera y barba y serpientes en lugar de pies; y las Erinias (Furias), las vengadoras de los crímenes, de aspecto terrorífico, con serpientes en lugar de cabellos y con una antorcha en la mano.

Este mito simboliza el poder devorador del tiempo, siendo el atributo de Crono el reloj de arena.
Pero cronos traicionó a su madre y encerró a Urano en el Tártaro sin liberar a sus hermanos, los ciclopes y los Hecatonquiros.
De este modo los Titanes y las Titánides tomaron el poder dirigidos por Crono.
Los genitales de Urano, arrojados al mar por Crono, al contacto con el agua, formaron una espuma de la que nació Afrodita, diosa del amor y la belleza.

4. LOS DIOSES OLÍMPICOS (ZEUS Y SUS HERMANOS)
Gea, que tenía también el poder de leer el destino, predijo que también Crono sería destronado por un hijo suyo. Por esa razón, el dios devoraba a sus hijos conforme nacían de su esposa rea. Todos los titanes y titánides eran inmortales, de modo que seguían naciendo en la barriga de su padre Crono.
Ya había devorado a Hestia (Diosa de la familia),Hera (diosa del matrimonio),Deméter (Diosa de la tierra),Hades (Que se encargaría de ser el guardián del Tártaro),Poseidón (Dios del mar).

Rea destrozada al ver este suceso pidió ayuda a Gea para engendrar a su sexto hijo sin que Cronos se enterase. Esta abrió un foso en el interior de la tierra para que con ayuda de Hestia diera a luz a Zeus.
Al nacer Hestia lo escondió en la isla de Creta bajo la protección de la Ninfa Amaltea. Mientras que Rea envolvió una roca con mantas y se lo entregó a su marido, quien sin mirar siquiera la roca, la engulló.
Las ninfas representaban la vitalidad y fecundidad de la naturaleza.
Esta ninfa fue la nodriza de Zeus, allí el niño era alimentado por la miel de las abejas y la leche de las cabras.

Cuando Zeus creció quiso agradecer todos los cuidados de su infancia a la nodriza Amaltea y a la cabra que le daba de beber y las colocó en el cielo formando la constelación de Capricornio. De este modo, estos mitos también daban explicación a la formación de las estrellas.
Zeus utilizó la piel de la cabra que le amamantaba para cubrirse, utilizándola como armadura en las batallas.

En otros mitos el nombre de Amaltea no pertenecía al de la ninfa, si no al de la propia cabra.
Cuando fue adulto, con ayuda de su tía Metis envenenó a Crono en una fiesta con los demás dioses e hizo que vomitara a todos sus hijos y, a continuación, se rebeló contra él.
Este mito simboliza la sucesión, a su pesar, de los padres por los hijos.
5. LA TITANOMAQUIA (LA LUCHA CONTRA LOS TITANES)

Más tarde Zeus liberó a lo Cíclopes y los Hecatonquiros como le pidió Gea a Crono y él no cumplió.
Existían dioses en desacuerdo con que Zeus fuese el nuevo Rey de los dioses, esto provocó una guerra, llamada Titanomaquia.
Los Cíclopes agradecidos forjaron para Zeus el trueno, el rayo y el relámpago; para Poseidón, el tridente y para Hades, un casco que volvía invisible. Crono fue ayudado por la mayoría de los Titanes.
Esta lucha duró diez años y, al final, los Titanes fueron derrotados y encerrados en el Tártaro bajo la vigilancia de los Hecatonquiros.
El titán Atlas, uno de los más destacados en la lucha, fue castigado a sostener eternamente la bóveda del cielo sobre sus hombros.
Ya que Urano, El cielo, había quedado completamente derrumbado tras la titanomaquia.
De ese mito reciben los nombres los libros que se refieren al mundo en general.
Los hijos de Zeus forman la segunda generación de dioses olímpico. Estos divinos hijos de Zeus fueron Atenea, Ares, Hefesto, Apolo y Ártemis, Hermes, Dioniso y Afrodita, pues según Homero nació de la unión de Zeus y la oceánide Dione.
